El comercio impulsado por IA ha llegado, y cambiará el papel de lxs influencers

 Han marcado tendencias, guiado decisiones de compra y construido negocios multimillonarios basados en la autenticidad, la aspiración y un aro de luz bien colocado.
Ahora, con nuevas capacidades como las compras impulsadas por IA de ChatGPT, estamos entrando en una etapa donde las recomendaciones de productos ya no provienen de alguien a quien sigues, sino de una IA entrenada en lo que te importa, lo que valoras y lo que probablemente compres.

Y para las marcas, eso plantea una gran pregunta: ¿qué pasa cuando la influencia deja de estar centrada en los humanos?

Lxs influencers han sido clave en la forma en que las personas se conectan con las marcas. Aportan relevancia cultural, narrativas aspiracionales y un toque humano al comercio que la publicidad tradicional rara vez logra. No hay duda de que su influencia genera resultados.

Pero el panorama está cambiando. Las audiencias son cada vez más escépticas sobre cómo funciona el juego. El auge del “de-influencing” en TikTok dice mucho sobre cómo han cambiado las cosas: creadorxs que comparten abiertamente qué productos no valen la pena y alientan a sus seguidorxs a comprar menos, no más. No es anti-influencers, es post-influencers. La gente busca honestidad por encima de la aspiración. Autenticidad por encima del espectáculo. Y las marcas que dependen demasiado de la cultura influencer para mover productos ya están empezando a sentir este cambio.

Nada de esto significa que el marketing de influencers esté muerto.

Pero sí indica que la dinámica está cambiando. Y ese cambio abre espacio para un nuevo tipo de guía, uno que no adivina lo que la gente quiere, sino que comienza entendiendo a cada individuo y actúa en función de eso.

Ahí es donde entra en juego la IA.

Las compras impulsadas por IA no vienen a reemplazar a lxs creadorxs. Vienen a hacer lo que ellxs no pueden: ofrecer recomendaciones de productos contextualizadas, altamente relevantes y a gran escala.

En DEPT®, hemos visto este cambio de cerca. Cuando desarrollamos Kenna, la asistente de belleza con IA para Essence Cosmetics, el objetivo no era simplemente responder preguntas básicas sobre productos. Queríamos ofrecer algo más humano, una experiencia alineada con la marca, intuitiva y capaz de acompañar a cada cliente en su propio recorrido. Esa es la experiencia que la gente espera cada vez más. No algo de atractivo masivo, sino algo que realmente encaje.

Esta nueva capa de curaduría impulsada por IA va más allá del mensaje unidireccional. Entiende preferencias, intención, valores e incluso el momento adecuado. ¿El resultado? Una recomendación que se siente menos como un anuncio y más como el consejo de alguien que realmente te entiende.

La IA actual no tiene acceso a las cuentas que siguen lxs usuarixs en Instagram ni a su comportamiento en TikTok. Pero no lo necesita, al menos no por ahora. Se basa en datos estructurados de productos, señales contextuales y el mensaje de tu marca. Y todo eso, tu lo controlas.

Este es el momento para que las marcas den un paso al frente. La forma en que describes tus productos, la claridad de la voz de tu marca y cómo se comunican tus valores determinan cómo la IA te presenta. Y a medida que la inteligencia artificial se integre más en las plataformas del día a día, tu presencia en esos entornos no será opcional. Será lo esperado.

Este cambio no significa el fin de la economía de lxs creadorxs. De hecho, la expande. Lxs creadorxs seguirán inspirando y marcando tendencias, pero en lugar de ser el último paso del embudo, pasarán a formar parte de un ecosistema más amplio que alimenta sistemas impulsados por IA.

Para las marcas, esto implica:

• Pensar a largo plazo con el contenido de creadorxs. No se trata solo de buscar engagement. Construye activos que los algoritmos puedan indexar, recuperar y contextualizar.
• Estructurar los datos de tus productos. La IA no puede recomendar lo que no entiende. Un metadata rico y descriptivo ahora es una ventaja competitiva.
• Definir con claridad el POV de tu marca. Los algoritmos no van a inventar tu tono ni tus valores. Reflejarán lo que hayas comunicado con claridad a través de tu contenido.

Este es un momento de transición. No se trata de una disrupción vacía, sino de evolución. Y las marcas que saldrán ganando serán aquellas que vean a la IA como una nueva capa de distribución, en vez de una moda pasajera.

Empieza por hacerte estas preguntas:

• ¿Está nuestro contenido optimizado para descubrimiento conversacional?
• ¿Le estamos entregando a la IA la mejor versión de nuestra marca?
• ¿Cómo nos presentamos cuando la influencia se vuelve personalizada?

Las compras impulsadas por IA ya están aquí. Y si bien no reemplazan el elemento humano, sí están transformando la forma en que se genera la influencia. Las marcas que se preparen para este cambio desde ahora no solo se adaptarán, sino que le darán forma a lo que viene.