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10 minutos con José Ascona

Hablamos con José Ascona, Sr IT Support Specialist en DEPT® Argentina que vive y trabaja en Buenos Aires para equipos de DEPT® de todo el mundo.

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Para empezar, ¿podrías presentarte? 

Mi nombre es José Luis Ascona –fui llamado así por el Puma Rodríguez– pero me hago llamar José. Originalmente soy paraguayo, tengo 35 años y vivo entre Formosa y Buenos Aires hace 25 años y en Buenos Aires hace 14 años. Acá en DEPT® trabajo hace 1 año y estoy dentro del área de Support que es una global para todos los equipos que componen la agencia y para las nuevas agencias que se van sumando. Nosotros nos encargamos de sumar a todas las personas de DEPT® a nuestras herramientas y a nuestro framework de trabajo y de mantener todos los espacios de IT seguros.  

En mi vida he tenido una variedad de intereses y cosas a las que me he dedicado y que me han gustado. Durante muchos años fui parte de una iglesia evangélica donde era músico: tocaba la batería. Para tocar mejor la batería empecé a aprender a tocar el bajo y para tocar mejor el bajo empecé a tocar la guitarra pero mi instrumento principal es la batería. 

En mi adolescencia hice un poco de atletismo. Llegué a competir en Formosa a nivel provincial en carreras de resistencia. Incursioné en vóley, básquet y fútbol pero en lo único en lo que fui realmente bueno fue en resistencia. Hoy en día juego al pádel regularmente.

También fui boy scout muchos años. Desde los 9 hasta los 19 años. Cuando vuelvo al Paraguay siempre vuelvo al grupo del que fui parte y todavía gran parte de la gente con la que yo crecí forma parte. Incluso se han incorporado algunos hijos y nietos así que es como que nos conocemos todos. 

¿Cómo llegaste a dedicarte a sistemas? 

Llegué a sistemas casi de casualidad. Mi formación inicial después de la secundaria fue, en realidad, para un lado totalmente opuesto: empecé estudiando Farmacia. Estudié 2 años y medio y después dejé la carrera. A los 6 meses de empezar la carrera conseguí un trabajo en una cadena de farmacias en Paraguay. Nosotros suministábamos a toda la cadena y al depósito. Nos encargábamos de todo lo que era inventario y presentar recetas a las entidades de control. 

El cambio hacia sistemas fue gradual. Cuando vine a la Argentina tenía 21 años y empecé a trabajar en un call center haciendo atención telefónica. Esto fue algo que marcó para donde iba a ir porque todos mis roles posteriores estuvieron muy fuertemente dirigidos a la atención y a la experiencia con el usuario. 

Estuve empleado para clientes externos hace algunos años y hace unos 4 o 5 años que trabajo para equipos internos. Empecé en IBM como atención al cliente para todo lo que era cajeros y máquinas registradoras. Los clientes llamaban y mandaban la orden al técnico y nosotros la resolvíamos. Al poco tiempo empecé a meterme más y más en el mundo del soporte IT. Ahí empecé en otra mesa de ayuda que requería un desarrollo un poco más técnico y empecé a aprender más sobre servidores, licencias y demás. 

¿Siempre trabajaste brindando soporte a nivel global?

Empecé trabajando para Latinoamérica para todo lo que era habla hispana pero siempre me gustó el inglés. Desde séptimo grado cuando tuve mi primera clase de inglés estoy enganchado con el idioma. 

Los pueblos donde yo me crié te daban lo básico y yo queria más entonces me traducía las letras de las canciones de Metallica que me gustaban y le conversaba a la gente. Una de las profesoras de inglés que teníamos en el pueblo iba a la misma iglesia que yo entonces le conversaba a ella también. Era medio denso: donde podía aprender algo iba a fondo. 

En IBM había agentes que trabajaban para Cisco y una o dos veces por mes tenían llamadas muy largas en inglés. A mí eso me encantaba. Me empezaron a entrenar y tuve mis llamadas para Cisco. Ahí empecé a usar el inglés y cuando se dieron cuenta de que hablaba de forma fluida empezaron a incluirme en proyectos para clientes de todo el mundo. Trabajé para Latinoamérica, Asia, India, Europa y Estados Unidos. En los últimos 3 años también incursioné un poco en el portugués. 

¿Cómo es un día en tu vida trabajando con Sr IT Support? 

Es una combinación de cosas. Nuestro equipo principalmente está en Europa así que por la mañana  nuestra es cuando coincidimos con ellos y se concentran todas nuestras meetings. Durante esas horas trabajamos con proyectos: definimos cómo mantener Slack, qué política de seguridad vamos a seguir y otros proyectos similares. A la tarde nos centramos mayormente en resolver tickets que en general, por la gente que trabaja en DEPT®, son bastante complejos y requieren investigación, también trabajamos en tareas de mantenimiento de la infraestructura y en el onboarding y offboarding de personas en la compañía. 


¿Qué le dirías a alguien que está pensando en sumarse a DEPT®? 

Yo le diría que no lo dude mucho. Es una empresa que tiene una cultura muy linda y mucha apertura a nuevas ideas y propuestas. Tiene cosas que yo no encontré en el mercado, principalmente, la posibilidad de participar y aportar desde el lugar de cada uno. En el equipo de soporte no solo damos soporte sino que también participamos de las decisiones que se toman. 
Además, en el día a día en Argentina, hay mucha participación en los canales de Slack aun cuando muchos estamos trabajando remoto. De repente te encontrás con gente que te da la sensación de que la conoces desde siempre y por ahí no los viste nunca. Es realmente muy copado. Todo esto me habla de la calidad humana que hay y eso está bueno. Siempre se necesita un cable a tierra pero en otras empresas lo necesitaba mucho más. Hoy es como que lo necesito para mantener una dinámica distinta pero no es que estoy abrumado por el trabajo. Tengo mucho trabajo pero estoy contenido y en un buen espacio. Sé que si levanto la mano y digo “Che, no sé esto” vienen a ayudarme. La cultura de trabajo es muy importante.

Bonus track: ¿nos recomendás algo?

Si no la han visto, recomiendo Grimm. Es la mejor serie que he visto. Mezcla un poco de todas las cosas que me gustan: el folklore, la historia, la ciencia ficción. 

También recomiendo el libro El Alquimista de Paulo Coelho. Durante la pandemia pasaba que ibas a comprar algo al supermercado y alguien estornudaba y te daba algo. Esa sensación me recordó mucho a este libro en el que de repente están atravesando el desierto y el relincho del camello un día era solamente el camello relinchando y otro día era una señal de peligro porque los clanes estallaron en guerra.